Que Calderón se disculpe…

Compartir:

La Talacha

Por Francisco Cuéllar Cardona

A Felipe Calderón Hinojosa, la historia ya lo ha juzgado y colocado como el presidente de México que le declaró la estúpida guerra al narco, más por ocurrencia mediática para sacudirse el estigma de haber usurpado el poder mediante un gran fraude electoral, que por otra cosa.

El sello de su gobierno estuvo marcado por la sangre, la violencia y los desaparecidos. Su guerra contra la delincuencia, es decisión equivocada que hoy, todavía sigue causando estragos en la sociedad mexicana.

En todo esto, coinciden estudios, análisis y documentales escritos por especialistas en el tema de seguridad, incluso historiadores que han revisado y puesto baja la lupa a su sexenio.

A donde vaya, y a donde se pare, el expresidente panista va llegar cargando ese pesado juicio de la historia. Ese mala fama lo va a acompañar hasta el fin de sus días.

En Nuevo León tiene muchos simpatizantes, pero también muchos detractores que sufrieron en carne propia esa guerra que cobró vidas de inocentes y desapareció a regios que todavía son buscados por sus familias, incluso entre la comunidad docente y estudiantil, luego de la muerte de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, estudiantes del Tecnológico que fueron abatidos por el Ejército del que Calderón era Jefe Supremo, y que fueron presentados en su momento como “sicarios”

Atizar la polémica si Calderón merece o no participar en el Simposio Internacional de Derecho al que ha sido invitado por el Tecnológico de Monterrey este semana, no es estéril, porque reabre el debate y la discusión sobre la muerte de los estudiantes.

El expresidente, si es que finalmente llega a participar en este Foro del Tecnológico está moral y políticamente comprometido a ofrecer una disculpa por ese hecho, aun cuando Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación vino a nombre del gobierno y lo hizo.

Es el mejor marco para que el expresidente lo haga, al margen de la importancia que represente su participación en los objetivos del Simposio sobre Derecho.

El Tecnológico de Monterrey, por su historia y su filosofía a la apertura de las ideas no puede cerrarle las puertas a nadie, pero sí está en condiciones de exigir al ex presidente asuma públicamente una posición objetiva sobre los trágicos hechos de aquel 19 de marzo del 2010 y que mancharon su gobierno. De paso, la misma institución lavará su cara, porque en este episodio, guardó silencio y encubrió situaciones para no lastimar su imagen pública, aunque después, obligada por los acontecimientos, tuvo que reprobarlos y exigir justicia.

Calderón está juzgado, y aunque una disculpa o un perdón no revive muertos, las familias y la sociedad nuevoleonesa merecen el desagravio.

Esto, es para Felipe Calderón, un examen de conciencia, y la oportunidad para arrepentirse de su estúpida guerra que llenó de sangre a este país.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *