La chiquillada puede marcar la diferencia…

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Por Óscar Tamez

Por cierto…
Arranca la elección en Monterrey. Como en Big Brother, todos juegan y en cada estrategia se busca expulsar al más débil.
En una elección tan reñida, donde las campañas se ganarán con tres elementos: estrategia, táctica comunicativa e infantería, no hay tiempo para “mañana”.
Entre nueve hay dos punteros visibles y un tercero apretando fuerte.
Los coleros pueden ser la diferencia, cada voto que sumen se lo restan a uno de los tres que puntean.
Más que en una elección ordinaria, los representantes de partido en las casillas serán la diferencia.
Aquí hay cuatro grupos con poder que cobran relevancia: el interés del ejecutivo estatal para apoyar o descarrilar, los alcaldes quienes se verán afectados en su proyecto 21, ante la llegada del priista o el panista.
Otro grupo es el de los empresarios y su contrapeso; finalmente los maestros.
Estos últimos en incógnita por saber si jugarán con su lideresa moral o contra ella, apostando a sus antiguos aliados…
¡Ahorita es como la liguilla, hasta el de repechaje puede ganar!
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